De las crónicas publicadas en varios periódicos capitalinos: El Tiempo, El Popular, Two Republics y La Voz de México, hago la siguiente transcripción de este importante suceso:
Tomado de la Hemeroteca Nacional.
El Presidente Díaz salió de la Ciudad de México a las 7:25 de la mañana. El Tren Presidencial, El Amarillo, lo integraban dos carros palacios del Gral. Díaz, el carro especial del Sr. Hampson, Presidente de la Compañía del Ferrocarril de Cuernavaca y el Pacífico; el carro comedor Lasna, otro de equipajes y un carro de tercera que llevaba víveres y provisiones. Entre los funcionarios que lo despidieron estuvieron el Gral. Felipe B. Berriozábal, Ministro de Guerra; y el Lic. Matías Romero, Ministro de México en los Estados Unidos.
Tren Presidencial El Amarillo (INAH).
La primera escala fue en el poblado Tres Marías donde almorzaron. Llegando a Cuernavaca se integraron a la caravana los gobernadores de Morelos y Guerrero: Don Manuel Alarcón y Don Antonio Mercenario, quienes invitaron una comida a todos los asistentes. Al continuar el recorrido, Díaz conoció las nuevas estaciones y saludó a la gente que se aglomeraba a su paso: Mango, San Vicente, Puente de Ixtla, Santa Fe, Vista Hermosa (Buenavista), Los Amates, El Naranjo e Iguala.
El viaje continuó hasta cerca de El Orgáno, lugar situado en el paso llamado La Luna O Mextitlán, cercano a la comunidad de Cocula. El tren regresó a Iguala y llegó un poco antes de las siete de la noche. Los distinguidos visitantes fueron recibidos en la recta principal de la vía del tren por una valla de seiscientos jinetes. En las calles del centro de Iguala se apostaron centenares de personas para acompañar a la comitiva que se trasladó a la casa del Sr. Genaro Olea, donde fue la cena. Al terminó del evento, Díaz pernoctó en el carro presidencial. Su regreso a la capital fue al día siguiente por la mañana.
Muy bonita historia
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