Esta compañía educativa inició labores en México en 1822. Sus planteles aplicaban el método de enseñanza mutua debido a que los alumnos más avanzados enseñaban a grupos de diez niños.
Para su funcionamiento estableció el sistema de socios corresponsales en la provincia con la finalidad de: fundar escuelas, contratar maestros y vigilar su funcionamiento. Estos debían ser personas con buen nivel económico y cultural.
El mayor impulso que tuvo este sistema educativo en Iguala fue en 1843 al designarse varios corresponsales que apoyaran la educación primaria. El primer dato que encontré de los socios aceptados por parte de la Compañía Lancasteriana fue del mes de mayo. Los nombres de los que ingresaron los tomé del registro de las sesiones de la Compañía en la ciudad de México y que fueron publicadas en el periódico El Siglo Diez y Nueve.
"Sesión ordinaria del lunes 15 de mayo de 1843.
El socio Frías manifestó, que habiendo tenido noticia de que en Iguala existía un legado destinado para la educación primaria de aquella ciudad, cuyo capital reconocía al Sr. D. Luis Gonzaga Vieyra, lo ponía en conocimiento de la compañía.
El expresado socio Frías postuló para corresponsales en Iguala de Iturbide, a los Sres. D. Ignacio y D. Antonio Castañón, presbítero D. Isidro Lome, D. Pablo Lome y D. José María Taboada."
Meses después se menciona que en la sesión del lunes 26 de julio, los nuevos corresponsales de Iguala: José María Taboada y Antonio Castañón, agradecen a la Compañía su nombramiento.
En la sesión del 14 de agosto se dio lectura a los oficios de aceptación que envían otros nuevos socios de Iguala, siendo ellos: Francisco Ocampo, Manuel G. Daza, Mariano Ortiz de la Peña e Ignacio Gómez. Todos ellos agradecen el nombramiento y ofrecen sus servicios en favor de la educación.
El último nombramiento del año en mención se dio a conocer en la sesión del lunes 25 de septiembre y así fue publicado en el periódico.
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