EXPEDIENTE INTEGRADO DE 1799 A 1808 SOBRE LA FÁBRICA DE LA IGLESIA DEL PUEBLO DE IGUALA

En una visita que realicé hace tiempo al Archivo General de la Nación (AGN) encontré un expediente relativo a la solicitud de reconstrucción de la primera iglesia erigida en el pueblo de Iguala.

AGN/GD24 Clero regular y secular, Año 1801. Vol. 179, exp. 5, fojas 102-208.

Este primer templo es mencionado en la Relación del pueblo de Iguala, hecha en 1577 por el capitán Fernando Alonso de Estrada:

"En el medio (del pueblo, está) la iglesia principal, una capilla abierta, y, por delante, un gran patio de naranjos y limones, y unos grandes árboles llamados ceibas, altos y sombríos, sin ningún fruto."

El expediente en mención se empezó a integrar con motivo del informe hecho por el párroco José María Vieyra, encargado del Curato de Iguala desde 1794, que notificó el grave daño que tuvo la iglesia en 1799. El suceso lo describió así:

"... en el día veinte y ocho de mayo del propio año de noventa y nueve un furioso huracán desencajó de su asiento la cubierta de techo que tenía la iglesia, el que desplomándose, necesariamente arruinó las paredes, destrozó los retablos, imágenes, altares y colaterales, ocasionando el gasto, de tener que descombrar la iglesia por lo pronto de aquel grande estorbo, habiendo dejado escueta, quedando únicamente las paredes enteras, pero amenazando ruina porque las cuarteó y abrió por distintas partes hecha la iglesia por lo mismo casi un corral  inservible y peligroso. De forma que fue necesario trasladar al instante al Divinísimo a una capilla pequeña sita al costado de la iglesia, celebrando allí los santos oficios, y acudiendo el copioso número de habitantes, que componen más de seis mil almas, al santo sacrificio de la misa y deberes cristianos."

Con este informe daba inicio el trámite ante el lento aparato administrativo y centralista existente en la Nueva España. En 1801, a solicitud de las autoridades civiles, Vieyra envió los informes del dinero disponible en la cofradía de Iguala, así como la cantidad que podrían aportar los vecinos del lugar, y el presupuesto de la obra. Las autoridades civiles validaban los informes y al final eran turnados al virrey para su aprobación. Debido a lo anterior, la gestión continuó hasta 1808, año en que se detuvo el trámite por la aprehensión y destitución del 56o virrey de la Nueva España, José de Iturrigaray. Después comenzó la guerra de independencia en 1810 y se archivó la petición. Por lo que siguió utilizándose la capilla en mención de manera provisional y fue en este oratorio donde se efectuó la misa cantada y Te Deum, en acción de gracias, después de la jura del Plan de Iguala, en la mañana del viernes 2 de marzo de 1821, por parte de Iturbide y sus oficiales. En los años siguientes la agitada y difícil situación política prevaleciente en las primeras décadas del México independiente impedía reiniciar el trámite.

Hasta 1850 hubo las condiciones que permitieron comenzar los trabajos de edificación de la nueva iglesia. Para marzo de 1856, cuando estaba terminada la mitad del inmueble, se determinó abrirlo al culto religioso, a casi 57 años de no acceder los feligreses de Iguala a su iglesia principal.

Enseguida presento un boceto del Curato de Iguala del siglo XVIII, tres documentos y un plano que forman parte del expediente del AGN, y al final una litografía del siglo XIX que muestra la nueva iglesia terminada.

Dibujo que representa al primer edifico de la iglesia de Iguala.

(Tomado del Atlas Eclesiástico del Arzobispado de México, foja 50, 1767)

Presupuesto de madera y mano de obra del techo de la iglesia (1801).

Vecinos de Iguala que cooperan para la reedificación de su parroquia (1801).

Plano elaborado por la Academia de San Carlos (1803).

Respuesta del virrey Iturrigaray del 9 de agosto de 1805.

Litografía de la iglesia de San Francisco de Asís.

(Tomado de México Pintoresco Artístico y Monumental, autor: Manuel Rivera Cambas, Tomo III, pág. 306, 1883.