El domingo 24 de febrero de 1822 se instaló el Primer Congreso
Constituyente Mexicano y semanas después en la sesión del domingo 19 de mayo designó como Emperador Constitucional
de México a Agustín de Iturbide, con el
nombre de Agustín I de México. A raíz de este nombramiento se produjo posteriormente un hecho
anecdótico que es poco conocido y salió publicado el lunes 3 de junio de
dicho año, en el Número 20 del periódico republicano La Abispa de
Chilpancingo, cuyo editor fue el político e historiador mexicano, Carlos María de Bustamante.
El suceso fue titulado con el nombre de Ocurrencias y menciona que el diputado suplente por Guatemala, Pedro José Lanuza, dio a conocer en primera lectura de la sesión del viernes 24 de mayo, su propuesta de que al primer hijo de Iturbide, Agustín Jerónimo, se le denominase Príncipe de Michoacán; a su padre, Joaquín de Iturbide, Duque de Iguala; y a María Nicolasa, hermana de Iturbide, Duquesa de las Villas de Orizaba y Córdoba. Todo lo anterior con la obligación de que dichos ayuntamientos les pagarían anualmente mil reales.
Al día siguiente en la sesión del sábado 25 el mismo diputado Lanuza subió a tribuna y se retractó de su proposición, aduciendo que el Emperador le había reclamado en razón de ella, por lo que quedó solo como una propuesta el título de Duque de Iguala.
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