IMÁGENES DE GUERRERO E ITURBIDE EXISTENTES EN LA SALA DE CABILDO DEL AYUNTAMIENTO MUNICIPAL DE IGUALA DE LA INDEPENDENCIA
Hace unos días el Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador, planteó que el 2021 sea declarado Año de la Reconciliación Histórica, con motivo de cumplirse los quinientos años de la caída de Tenochtitlan y el Bicentenario de la Consumación de la Independencia. En el primer suceso ya lo inició con la solicitud a España y a la Iglesia católica de que pidan perdón por los excesos cometidos en la conquista y durante el virreinato de la Nueva España.
En lo relativo al Bicentenario, propongo que el actual Congreso de la Unión, integrado por las Cámaras de Diputados y Senadores, pida perdón por los perjuicios ocasionados a los dos principales personajes que lograron la consumación de la independencia de nuestro país, Guerrero e Iturbide.
Estos agravios fueron resultado por decretos emitidos durante la primera mitad del siglo XIX del entonces Congreso Nacional, en distintos años y diferentes circunstancias.
Estos agravios fueron resultado por decretos emitidos durante la primera mitad del siglo XIX del entonces Congreso Nacional, en distintos años y diferentes circunstancias.
El primero se realizó de manera directa en contra de Iturbide, en abril de 1824, cuando se le declaró traidor y enemigo del Estado Mexicano. Siendo esta ley la que provocó su fusilamiento y muerte el 19 de julio de ese año. A pesar de lo anterior, el 20 de mayo de 1835 se aprobó colocar su nombre en el recinto del Congreso, el cual fue quitado muchos años después por acuerdo de sesión el 7 de octubre de 1921.
En el caso de Guerrero, el 4 de febrero de 1830, el Congreso dictaminó que estaba imposibilitado para gobernar la República Mexicana, originando el conflicto llamado La Revolución del Sur. Guerrero enfrentó a sus enemigos que lo acosaban, quienes fraguaron un plan para apresarlo, derivando en su fusilamiento y muerte el 14 de febrero de 1831, aún siendo titular del poder ejecutivo.
Lo curioso es que cada Congreso había nombrado en 1822 a Iturbide como emperador y a Guerrero en 1829 como presidente, y después los condenaron, ocasionando el descrédito personal y su posterior ejecución.
Lo curioso es que cada Congreso había nombrado en 1822 a Iturbide como emperador y a Guerrero en 1829 como presidente, y después los condenaron, ocasionando el descrédito personal y su posterior ejecución.
Por todo lo anterior y a modo de iniciar un debate histórico, es preciso preguntar:
¿Debería pedir perdón el actual Congreso de la Unión, a Guerrero e Iturbide, por los decretos que los perjudicaron?
También existe la posibilidad de solicitar que se reinserte el nombre del Héroe de Iguala en el Muro de Honor del actual Congreso.
Tenemos héroes descarnados y una historia hecha desde el poder.
ResponderBorrarNecesitamos que nuestros heroes tengan carne, hueso y corazon. No confiar en mitos ni creer mentiras. Hay que leer, investigar, dudar, preguntar y entender que no eran dioses quienes lucharon por sus ideales y que debemos honorarios luchando con la misna pasión.
Gracias por tu comentario, seguiré investigando y divulgando con objetividad. Saludos
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