EL PRIMER ENCOMENDERO DE IGUALA Y EL POPOCATÉPETL

Un encomendero maltratando a un indio (Códice Kingsborough)

En la época de la Colonia la encomienda consistió en repartir entre los conquistadores españoles, de acuerdo con su rango y méritos, a los nativos y sus tierras, para obtener sus servicios y tributos, adquiriendo el compromiso de protegerlos y adoctrinarlos en la religión católica. En el caso específico de Iguala, después de ser sometida, fue entregada al peninsular Francisco de Mesa como encomienda. Mesa fue uno de los artilleros que venían con Hernán Cortés y aparece en el registro de españoles que realizó Baltazar Dorantes de Carranza en 1604, en la relación de la letra M:

“Mesa, artillero; murió ahogado en un río.”

Al parecer era más práctico nombrarlo solo por su apellido debido a la gran cantidad de personas que tenían el nombre igual que él, Francisco. Mesa destacó en varias batallas que fueron registradas en las crónicas registradas por los conquistadores:

“Dio el mando de la artillería, si así puede llamarse, a un soldado, Mesa de nombre, que había adquirido alguna inteligencia de ella en las guerras de Italia.” 
“Acudió luego Cortés al patio de Uchilobos,, donde, por ser enlosado, como está dicho, los caballos no podían correr. Allí jugaba la artillería, y como los indios eran infinitos, no había la pelota hecha una calle, destrozando, y matando indios, cuando luego se tornaban a juntar hasta llegarse a las bocas de los tiros. Este día y los demás, Mesa, el artillero mayor, trabajó por diez hombres, porque, no solamente gobernaba la artillería, haciendo grande estrago, pero la defendía por su persona valerosamente.” 

Otro dato importante que resaltaba la valentía de Mesa fue por haberse introducido al volcán del Popocatépetl, junto con otros, para conseguir azufre y así poder preparar más pólvora que les hacía falta.

“Hallábase también falto de pólvora, y consiguió poco después el fabricarla de ventajosa calidad, haciendo buscar el azufre, cuyo uso ignoraban los indios, en el volcán que reconoció Diego de Ordaz, donde le pareció que no podía faltar este ingrediente; y hubo algunos soldados españoles, entre los cuales nombra Juan de Laet a Montaño y a Mesa el artillero, que se ofrecieron a vencer segunda vez aquella horrible dificultad, y volvieron finalmente con el azufre que fue necesaria para la fábrica.” 

El mismo Montaño, señalado en la anterior acción, así testificó referente a Mesa: 

“… dijo que sabe e vido como el dicho Francisco de Mesa sirvió a Su Majestad en la conquista e pacificación desta Nueva España en muchas partes della. … que lo vido servir, … así de artillero como en lo demás que se ofrecía, … porque no había otro artillero entonces.… dijo porqueste testigo subió con el dicho Francisco de Mesa a la dicha sierra del volcán con otros dos españoles …. a sacar el dicho azufre dentro en la boca del dicho volcán … con mucho trabajo y en riesgo a su persona... Francisco Montaño.”

Debido a estos importantes hechos en la conquista a Mesa le fue dada en encomienda la población de Iguala pero para conservarla debía cumplir con las Ordenanzas de buen gobierno que había dictado Cortés en 1524 y entre estas se mencionaba que quienes tengan indios en encomienda debían residir en la Nueva España un mínimo de ocho años y que los casados debían mandar traer a sus mujeres de Castilla en un plazo de año y medio. Con este fin Mesa dispuso trasladar a su mujer desde España, Inés de Herrera. Existen declaraciones de testigos en febrero de 1536 que corroboran el dato de la encomienda de Mesa en Iguala junto al de su esposa. Una de estas es de Gerónimo Flores, yerno de Mesa, que se casó con su hija Francisca de Mesa:

“… que el dicho Francisco de Mesa, mi suegro, ha menos de dos años que murió, que se ahogó en un río e al tiempo que murió tenía encomendados a los señores naturales y el pueblo de Iguala, por su Majestad, por cédula del Marques del Valle que se los encomendó e dio en recompensa de los servicios que a su Majestad había hecho.

Que la dicha Francisca de Mesa, mi mujer, era y es hija legítima del dicho Francisco de Mesa y de Inés de Herrera, su legítima mujer,”

Con la anterior declaración se deduce que Mesa murió en 1534.
La misma Francisca de Mesa aparece en la relación de Las mujeres de los conquistadores escrito por Nancy Marie Sullivan:

 “Que es natural de la Villa de Marche e hija legítima de Francisco de Mesa y de Inés de Herrera, natural de las Montañas, y que el dicho su padre fue uno de los descubridores y conquistadores desta Nueva España y ciudad de México y entró en el volcán y sacó azufre papa pólvora que fue mucha ayuda para la conquista.”

Volviendo a la encomienda, otro testigo menciona:

“… que conoce al dicho Francisco de Mesa en esta Nueva España, e que siempre le vido servirse del pueblo de Iguala por suyo, e que oyó decir públicamente quel Marqués del Valle se los había encomendado e le había dado cédula dellos e que este testigo vio la dicha cédula firmada del dicho marqués.    oyó decir que se había ahogado en un río yendo al dicho su pueblo de Iguala…Pedro Núñez”. 

El lugar de origen de los esposos Francisco e Inés se menciona en esta información de Pedro Núñez quien señala que son oriundos de la Villa de Marchena, hoy perteneciente a la provincia de Sevilla en España.

Otra declaración confirma la encomienda:

“… que antes que el dicho Francisco de Mesa se ahogase, este testigo vino de los reinos de Castilla e fue a posar a su casa e veía como los dichos indios del pueblo de Iguala le venían a servir a su casa y el dicho Francisco de Mesa se servía de ellos. … que a sí mismo veía como los dichos indios le traían el tributo que le habían de dar, a su casa… Francisco Hernández. 

Es probable que Mesa haya ordenado la construcción de la iglesia de Iguala y la haya dedicado a San Francisco de Asís al parecer por dos motivos, uno por la presencia de algunos misioneros de la orden religiosa de los franciscanos en la región y la otra por su nombre. A la muerte de Mesa la población de Iguala quedo sin encomendero y la posesión pasó a manos de la corona española, pero los nativos de Iguala le entregaban a su viuda doscientos pesos cada año y otra parte igual al reino español. Otro hijo de Mesa, Juan de Mesa, intentó recuperar la encomienda dejada por su padre según la petición que hizo en 1570.

Bibliografía

Historia de la conquista de México. William Prescott. 1847
Crónica de la Nueva España II, Francisco Cervantes Salazar. Barcelona 2018
Los testigos hablan. La conquista de Colima y sus informantes. Rosa Margarita Nettel Ross. Universidad de Colima. 2007
Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. Antonio de Solís, et al. 1844.